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Mensaje de una ex-voluntaria europea ante miedos y dudas

Mensaje de una ex-voluntaria europea ante miedos y dudas

Por en Servicio Voluntario Europeo en 30 septiembre, 2016


En esta entrada queremos publicar el mensaje que Marianne Feyeux, voluntaria europea en el Servicio de Asuntos Sociales durante el curso 2015-2016, dirige a cualquier joven que esté dudando en si participar o no de una experiencia como la del Servicio Voluntario Europeo. Durante su estancia, escuchó las razones que jóvenes españoles le exponían y a través de este texto, deja recogida las respuestas que ella daría:

¿SVEfobia?

  • Ya tengo todo lo que me gusta aquí y ahora con internet hay mucha información, ¿Por qué ir a fuera?

Simplemente para vivir algo de verdad, y no a través de una pantalla.

La experiencia que supone un SVE, no solo es un mejor conocimiento de una cultura, de un país, pero es también el aprendizaje/la mejora de idiomas, el vivir el cotidiano de una entidad, conocer a gente nueva, comer y beber otros productos, sentirse útil… Y sobre todo es sentir, emocionarse de cosas nuevas que vas a vivir tú, y no que te van a contar.

Con los medios de comunicación, sí que puedes ganar en conocimientos. Pero no en experiencia propia. Además, la información que tienes ya ha sido seleccionada, elegida. Al estar a fuera, podrás elegir tú lo que quieres saber, conocer, vivir. Tus perspectivas, tu acercamiento de una cuestión podrá cambiar.

Y si crees que realmente lo que quieres de tu vida es vivir donde estás ahora, pues múdate solo una vez para comprobarlo. Solo son unos meses, después volverás. Te van a permitir tomar distancia, e incluso aprovechar más de tu hogar una vez de vuelta.

No te quedes detrás de la pantalla, se actor de tu propio mundo.

  • Pero si me voy, voy a perder contacto con mi entorno

Es cierto que una vez en otro país, no podrás quedar con tu amigo de pequeño para tomar algo, o esperar los pies bajo la mesa que un familiar te lleve la comida, o acariciar a tu gato. Pero no significa que vas a perder el contacto con ellos por lo tanto. Si ahora estás leyendo eso, es que tienes internet y que lo lees desde un ordenador, desde una Tablet, o desde tu móvil. No hace entonces falta hablarte de correo electrónico, de Skype, de Whatsapp, de cualquier red social, o de cualquier otro tipo de aplicación que nos permite comunicar a distancia.

No se puede negar que una relación virtual es diferente de una relación en vivo. Pero esas herramientas te van a permitir de no perder el contacto.

Luego, hay una cosa que hay que tener en cuenta a la hora de acercar esta pregunta. Uno suele pensar en ello cuando tiene en la cabeza que no conoce a nadie en el país de acogida, y lo toma como algo permanente. Pero hay que quitarse esta concepción porque una vez ahí vas a relacionarte. Además, otra variable es la del cotidiano. En efecto, al igual que creer que estarás solo, te resulta seguramente difícil de imaginarte el cotidiano que tendrás ahí. Pues, eso es un factor fundamental. Al estar en otro país solo por unos meses, no tendrás tiempo para aburrirte. Entonces, no crees que pasarás tu tiempo echando de menos a tu entorno.

También tienes que acordarte que se tratan de unos meses solo. Tus amigos, tu familia, tu pareja…los verás a tu vuelta. E incluso se puede que vengan a visitarte, lo que os cambiara un poco de la rutina y os permitirá vivir aventuras chulas.

No tienes que dar más valor a este miedo. Intenta vivir, para ti, una experiencia muy enriquecedora.

  • Irse varios meses para un voluntariado, no es muy serio. Mejor si sigo estudiando o me busco trabajo.

Estudiar, trabajar, y hacer un voluntariado. Aquí son tres cosas diferentes, pero tienen tres cosas en común: el aprendizaje.

El voluntariado es una actividad seria. Cada semana, tendrás que estar con tu entidad unas 30 horas, en un ámbito social, cultural, medioambiental, … , haciendo actividades organizadas por profesionales, y proponiendo cosas con profesionales.

Al hacer un SVE aprenderás de la vida profesional, aprenderás de otra cultura, aprenderás de los demás, del campo en lo cual estarás, y sobre todo aprenderás de ti mismo. Es verdad que no constituye un trabajo en sí, ni tampoco una práctica. Pero lo que es cierto, es que es serio, y algo mucho más completo que la universidad o un trabajo, porque también te toca a ti directamente, y de manera más profunda.

Además, aunque todavía el programa no es tan conocido que otros, constituye una línea interesante en un currículum, y eso lo tendrás que valorar. Y también, al final de tu estancia, tienes la posibilidad de redactar un Youthpass, que es como un especie de resumen/certificado de lo que hiciste durante tu voluntariado. El Youthpass es una herramienta útil, sino exigido en oposiciones de la Unión Europea, y en países como Alemania son hasta reconocidos por empleadores de cualquier tipo.

El SVE es algo serio porque te puede marcar por mucho tiempo, y que es un tiempo invertido en tu futuro.

  • No se me dan bien los idiomas

Aprender un idioma en una clase y aprender un idioma en otro país no tiene nada que ver. En efecto, al estar oyendo, leyendo, e intentando hablar en otro idioma todo el tiempo, vas a aprender sí o sí. Quizás necesitarás más tiempo que otros, quizás te costará más, pero lo que es cierto, es que aprenderás, y mucho más rápido que en una clase.

Quizás el problema que tienes, no es tanto de capacidades lingüísticas, pero sino que no te anima la forma de enseñanza a la cual estás acostumbrado/a. Estar en otro país y tener que hablar, es diferente. Por primero no estás en una clase donde te van a notar, y juzgar. Segundo, te vas a dar cuenta que un idioma no solo es comunicación, pero es también parte de la cultura, y cuando relacionas los dos, el aprendizaje queda mucho más interesante. Y por fin, hablarás este idioma con gente de allí: la práctica del idioma se vuelve realidad. No es un ejercicio ficticio como los que tienes en clase.

Luego, como en muchos de los casos estarás con otros voluntarios europeos, vas a poder practicar con gente que también está aprendiendo el idioma. Hablar entre vosotros os permitirá saltar barreras y podéis aprovechar para mejoraros juntos.

La sensación esa de ver hasta qué punto te puedes mejorar en un ámbito así es una cosa que cada uno tendría que vivir alguna vez en su vida. La idea no es de hablar perfectamente. La idea es de poder exprimirse. Quitarse este miedo a hacer errores es importante. A los demás no les importan que pongas un femenino cuando es masculino si te entienden. Y la experiencia muestra que de los errores, pueden surgir conversaciones interesantes y momentos muy graciosos.

Y si te da miedo estar sin recursos para aprender, no te preocupes. En el país de acogida, tendrás clases del idioma, y también existe una plataforma de la UE en la cual hay cursos de algunos idiomas (inglés, alemán, francés, italiano, holandés).

En fin, solo decirte que aprender un idioma, sí que es un ejercicio que pide tiempo, motivación, y perseverancia. Pero lo que tiene un papel fundamental y clave, es la curiosidad, y nada más.

  • No conozco a nadie allí, me da miedo quedarme solo/a.

Quedarte solo/a, no te quedarás. Y fíjate que curiosamente, irte solo/a es la mejor cosa que te va a pasar. ¿Y eso por qué? Pues porque una vez ahí vas a conocer a gente, aún más estando solo/a. No tendrás otra opción que relacionarte.

Es cierto que por unos es más fácil que por otros. Pero todos somos capaces de hacerlo. Estando en otro lugar, puedes aprovechar para conocer a gente que no sueles frecuentar en tu vida cotidiana. Puede ser que tendrás que esforzarte, eso sí. Pero verás que no cuesta tanto.

¿Dónde encontrarlos? Primero en tu organización de acogida, los colegas. Segundo, si hay otros voluntarios europeos contigo, puedes estar seguro/a de que ellos constituirán tu base social. Después haciendo actividades de ocio, como un deporte o alguna otra actividad, podrás conocer a gente autóctona de fuera de tu organización y que además tienen intereses comunes contigo. Y si no, un truco: acercarse de la “comunidad internacional” es muy fácil: los expatriados o extranjeros suelen estar muy abiertos a conocer a gente nueva, ya que ellos han vivido esta situación. Si el lugar donde vas tiene actividades como de erasmus, de reuniones de couchsurfers o de intercambios lingüísticos, aprovéchalo.

¿Te preocupa la barrera del idioma? Tienes que saber que para poder comunicar, no hace falta manejar perfectamente un idioma. Y que si no hablas, no te mejoras tampoco. Los dos van juntos. La gente no te va a juzgar en cuanto a tu nivel. Ya verás que además de eso muchos te van a felicitar por el poco o el mucho que conoces. Ten en cuenta que si hablas con nativos, ellos estarían igual en tu situación.

Conocer a nueva gente, es abrirse otro mundo.

  • Y si algo se pasa mal una vez allí, en un país desconocido y sin nadie, ¿qué hago?

¿No serías intentando imaginarte el peor para convencerte de no ir? ¿Crees realmente que el miedo a una situación que ni siquiera existe es un motivo suficiente? Pues, no.

Ponte en la cabeza que en cualquier momento, y en cualquier lugar puedes tener problemas. Incluso en el fundo de tu cama.

Y ahora me dices que la situación te da miedo porque estarás lejos de tu casa, y lejos de tu entorno habitual. Pues fíjate que allí, no estarás solo. Primero irás conociendo a gente, y gente dispuesta en ayudarte. Segundo, si tu problema concierne tu voluntariado, que sepas que hay mecanismos establecidos en caso de problemas. Tendrás allí un tutor, otros miembros de la organización, la agencia nacional del país de acogida, y la Agencia Nacional Española para resolver aquel problema. Te lo explicarán mucho mejor durante las formaciones que recibirás antes de tu ida y durante tu estancia. Pero una de las ventajas del SVE es que no te “abandonan en la jungla”: hay cosas que te permiten actuar y avanzar. En caso extremo, no olvides que estarás en Europa, y no en Nueva Zelanda o algún país a horas y horas de avión.

Y por fin, es importante tener una mente abierta y flexible. Más lo estarás, menos problemas tendrás. En efecto, a veces los problemas que tenemos solo son el fruto de nuestros propios límites. Al quedarte abierto y flexible, muchas cosas que podrías considerar como problemas no te lo parecerán. Y en el caso de que el problema no sea interno, pero una molestia real, la postura flexible y abierta te ayudará en primero a resolver la situación, y en segundo a vivirla mejor, y aprovechar de ella para aprender, para crecer, y para tener nuevas anécdotas que contar.

Todo reside en una mezcla entre realismo (que todo no será perfecto) y optimismo (¿algo malo? Pues, no pasa nada, se puede cambiar).

 

Espero que os haya animado y que haya contestado a vuestras dudas. No olvidéis que no hay que exagerar esos miedos. Pueden tener su utilidad (reflexionar y pensar bien la idea de iros de SVE, o saber lo que buscáis de verdad), pero no tienen que bloquearos tampoco. Al fin y al cabo, solo hay pocos casos de personas decepcionadas.

 

Con todos mis mejores deseos,

Marianne Feyeux

 (Voluntaria Europea del SAS 2015-2016, y ex erasmus)

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