Sexualidad

Son infecciones que se transmiten de una persona a otra mediante el contacto sexual. Son muy comunes, tanto, que se estima que la mitad de todos nosotros tendrá al menos, una de ellas a lo largo de su vida. 

En muchos de los casos, la ITS no produce síntomas, pero sí puede ser transmitida a otra persona que sí los desarrolle. 

En las relaciones sexuales con penetración vaginal, oral o anal, la única forma que hay de prevenir las infecciones de transmisión sexual (ITS) es utilizando correctamente el preservativo (o la barrera de látex) desde el principio hasta el final de la relación. Es importante hacer un uso responsable del preservativo, comprándolo en lugares que ofrezcan garantías (como las farmacias), comprobar que estén en un buen estado y han sido homologados por la autoridad sanitaria, así como protegerlos del calor, la luz y la humedad excesiva. 

Existen ITS que pueden curarse fácilmente por medio de un tratamiento sencillo como la sífilis o la gonorrea, pero hay otras que pueden comprometer seriamente nuestra salud, como el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) o el VPH (Virus del Papiloma Humano). 

Si has mantenido relaciones sexuales sin protección es necesario/recomendable que consultes con tu médico para que te realice las pruebas oportunas y pueda comprobar si tienes alguna infección de transmisión sexual. En caso de que padezcas una ITS, te permitirá comenzar con el tratamiento oportuno y evitar los riesgos que conlleva para tu salud y la de las personas con las que puedas mantener un contacto sexual. 

¡Recuerda! Cuando nos acostamos con una persona, no solo lo hacemos con ella, sino también con su pasado. El amor, el compromiso o la fidelidad de nuestra pareja, no nos protegen. 

La infección por VPH constituye la ITS más prevalente en el mundo; está causada por más de 150 virus que tienen diferente poder oncogénico (es decir, pueden transformar células sanas en células tumorales). El VPH puede derivar en cáncer de cérvix, vulva o vagina (en caso de las mujeres) y cáncer anal, orofaríngeo o de pene (en caso de los hombres), siendo el más frecuente y conocido el cáncer de cuello de útero.

Sus síntomas principales son la aparición de verrugas en manos, pies y genitales. 

Se puede transmitir por contacto con la piel de genitales externos infectados, las membranas mucosas o fluido corporal y a través del coito y del sexo oral. Es muy importante usar protección, aunque el papiloma virus puede infectar la piel que normalmente no está cubierta por el preservativo, por lo que el uso de este no protege al 100%, por lo que es muy importante acudir a nuestro médico de cabecera cuando tengamos sospechas de contagio y/o aparezcan verrugas sospechosas. 

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es una de las infecciones de transmisión sexual más reconocidas, pero no es la única ni la más común.

Hay que entender las diferencias entre el VIH y el SIDA:

• VIH; es el virus que infecta nuestro cuerpo y debilita nuestro sistema inmunológico, facilitando la aparición de enfermedades o síntomas. 
• SIDA: es el conjunto de síntomas o enfermedades que aparecen con la infección del VIH.

Se puede tener VIH y desarrollar SIDA, o tener VIH y no desarrollar SIDA. Importante: si somos seropositivos, aunque no desarrollemos el SIDA, podemos contagiar a otras personas y que estas desarrollen la enfermedad.

Su transmisión se realiza a través del contacto de fluidos; sangre-sangre, sangre-semen o secreciones vaginales (durante la práctica sexual se pueden producir pequeñas lesiones o heridas microscópicas en la mucosa vaginal, pene, o ano, por donde el virus pasa a la sangre).  

Las prácticas sexuales de riesgo son;

• La penetración vaginal y anal sin preservativo. 
• Las relaciones buco-genitales sin preservativos o barreras de látex. 
• El intercambio de juguetes sexuales que hayan estado en contacto con secreciones vaginales o sangre sin utilizar preservativo o sin limpiarlos en profundidad.

Pero no suponen ningún riesgo besarse, abrazarse, acariciarse, masturbaciones mutuas o frotamientos.

Es conveniente preguntar si la otra persona se ha realizado la prueba del VIH o decir que no se desea mantener una relación sexual con penetración sin preservativo. No existe una sintomatología específica que por sí sola nos permita confirmar la infección por VIH, solo se puede saber realizando la prueba de detección del VIH. 

Es muy recomendable realizarse la prueba si se han mantenido relaciones sexuales ocn penetración sin preservativo; parejas que quieren dejar de usar preservativo; y mujeres que desean quedarse embarazadas. 

Para hacerse la prueba, debe pasar un periodo de 3 meses mínimo desde que se realizó la conducta de riesgo (ya que es el periodo que tarda nuestro cuerpo en desarrollar anticuerpos contra el VIH). Realizarse la prueba es algo totalmente voluntario, pero detectar precozmente la infección, permitirá al seropositivo beneficiarse de los tratamientos existentes, mejorar su calidad de vida y adoptar las medidas preventivas necesarias para evitar su transmisión. En España la prueba del VIH es gratuita y confidencial para todas las personas. 

La prueba, llamada ELISA, es una analítica de sangre que detecta los anticuerpos que el organismo produce en respuesta al VIH. También existen pruebas rápidas que permiten la obtención de resultados en menos de 30 minutos, a través de una pequeña muestra de sangre extraída del dedo, o con muestras de saliva y orina (un resultado positivo en estas pruebas requiere una confirmación posterior de laboratorio).

Pero recuerda:

• Cualquier persona que realice prácticas de riesgo es vulnerable al VIH (una sola práctica es suficiente para transmitirlo). 
• Una actitud responsable y solidaria en el uso de métodos preventivos y la detección precoz por VIH suponen el instrumento más eficaz en la lucha contra el VIH y el SIDA. 

La paternidad y maternidad puede ser algo maravilloso, pero cuando estamos preparados para ello, nunca antes. 

Existen algunos mitos y falsas creencias sobre la prevención de embarazos que conviene aclarar:

• “Coitus interruptus” o la creencia de que retirando el pene de la vagina antes de la eyaculación se evitará la fecundación indeseada. Esta técnica es poco fiable ya que durante la fase de excitación se libera el líquido preseminal que contiene suficiente esperma para provocar un embarazo.
• El “método Ogino”, basado en la temperatura corporal o basarse en el calendario menstrual pensando que hay “días libres” de fecundidad. Lo cierto es que efectivamente justo antes de la ovulación las mujeres son menos fértiles, pero los errores de cálculo son frecuentes y además el tiempo de vida de un espermatozoide en la vagina es de ¡7 días!
• Presionar la base del pene para no eyacular. En este caso, sucede lo mismo que con el “coitus interruptus”.
• Pensar que el “sexo de verdad” tiene que ser “a pelo”. Lo más importante en las relaciones sexuales es que sean libres, consensuadas, y nos proporcionen bienestar, y para ello, siempre es mejor protegernos con algún método como el preservativo.
• El uso de métodos anticonceptivos homologados como el preservativo o la píldora, es el único método fiable y válido para evitar embarazos no deseados.

Situaciones relacionadas con la integridad corporal y sexual.

• Situaciones de coerción sexual (violencia sexual, abuso y acoso sexual). 
• Mutilaciones corporales. 
• Enfermedades e infecciones de transmisión sexual. 
• Limitaciones derivadas de problemas físicos o mentales. 
• Repercusiones en la vida sexual de diversas condiciones o tratamientos médico-quirúrgicos. 

Situaciones relacionadas con el erotismo.

• Falta o insuficiencia de conocimientos acerca del cuerpo, particularmente en cuanto a la respuesta y el placer sexual. 
• Falta de reconocimiento del valor del placer sexual. 

Situaciones relacionadas con el género.

• Problemas derivados de la falta de equidad de género. 
• Problemas derivados de la discriminación basada en el género. 

Situaciones relacionadas con la identidad de género y/o orientación sexual.

• Problemas derivados de la discriminación de la diversidad
• Problemas derivados de la falta de libertad para expresar la identidad de género y/u orientación sexual personal de una manera segura y responsable dentro de un conjunto de valores que respete los derechos de los demás

Situaciones relacionadas con los vínculos afectivos.

• Problemas derivados de la dificultad de elección de opciones y estilos de vida familiares.
• Dificultades con determinadas habilidades, tales como la toma de decisiones, comunicación, seguridad en sí mismo y negociación etc.
• Problemas relacionados con la expresión respetuosa y responsable del amor y la intimidad
• Problemas derivados de desajustes en la pareja
• Problemas derivados de situaciones de separación y divorcio

Situaciones relacionadas con la reproducción

• Problemas relacionados con la toma de decisiones fundamentadas y responsables acerca de la reproducción, independientemente de la edad, el género y el estado civil
• Insuficiente acceso a la atención de la salud reproductiva
• Insuficiente acceso a la maternidad sin riesgo
• Falta de servicios de prevención y cuidado de la infertilidad

En principio cualquier conducta, deseo, fantasía, pensamiento, etc., relacionado con la vivencia sexual, que genere malestar o dificultades a nivel personal, interpersonal o social, estará afectando  a la salud sexual y ha de ser objeto de atención.

Algunos problemas o dificultades con los que nos podemos encontrar:

• Inhibiciones, miedos o ansiedades diversas frente a determinadas actividades sexuales.
• Falta de interés, de placer o malestar en relación con algunas actividades sexuales
• Discrepancias con la otra persona en relación con el deseo de llevar a cabo diferentes comportamientos sexuales
• Preocupaciones excesivas por algún aspecto relacionado con la vivencia sexual
• Comportamientos sexuales adictivos o compulsivos
• Dificultades para controlar los impulsos sexuales
• Disfunciones sexuales:
  • Relacionadas con el deseo sexual
  • Relacionadas con la excitación sexual (eyaculación precoz o retardada, problemas de erección, falta de lubricación vaginal)
  • Relacionadas con el orgasmo
  • Problemas de dolor (vaginismo, dispareunia)

La identidad de género hace referencia al concepto y percepción que cada persona tiene sobre sí misma como hombre/mujer, una combinación de ambas o ninguna de ellas. Se trata de una vivencia íntima e individual que puede corresponder o no con el género asignado al nacer. 

La mayor parte de las personas desarrollan una identidad de género que se corresponde con su sexo biológico. Otras, sin embargo, desarrollan una identidad de género que no se corresponde con el sexo biológico o el sexo de asignación. Algunas de éstas, por su parte, desean algún tipo de cambio social, hormonal o genital en su sexo, para que éste sea más congruente con su identidad de género.

La forma en que la identidad de género se manifiesta y expresa, difiere enormemente entre las personas, de tal manera que las conductas, vestimenta, adornos corporales, voz u otras formas de presentarse ante los demas, pueden acomodarse o no a los estereotipos de género. 

La diversidad de género es un hecho absolutamente normal y legítimo.

No olvides, que tanto la salud sexual, como la salud socioemocional pueden verse seriamente limitadas y coartadas, si las personas cuya identidad de género no se acomoda a los modelos dominantes, se sienten alienadas, rechazadas, incomprendidas o maltratadas, algo que, desgraciadamente, aún no es poco habitual en nuestro contexto.

La orientación sexual hace referencia al patrón predominante de atracción sexual, erótica, emocional o amorosa hacia las personas de su mismo género, del otro o de ambos.

Habitualmente hablamos de:

• Orientación heterosexual: cuando los sentimientos de atracción sexual o emocional se dirigen hacia las personas del sexo opuesto.

• Orientación homosexual: cuando los sentimientos de atracción sexual o emocional se dirigen hacia las personas del mismo sexo.

• Orientación bisexual: cuando los sentimientos de atracción sexual o emocional se dirigen hacia las personas de ambos sexos.

La investigación ha puesto de manifiesto que la orientación sexual no siempre se presenta manera definida o exclusiva y que existen múltiples  variaciones entre las personas en relación con las dimensiones que dan sentido a la orientación sexual (sentimientos de atracción sexual, sentimientos de atracción emocional, orientación con la que se identifica la propia persona). Además, esta orientación no siempre es algo estable en el tiempo y para algunas personas pueden producirse cambios en algunas o todas las dimensiones a lo largo de la vida. 

De nuevo, la diversidad de orientaciones sexuales es un hecho absolutamente normal y legítimo de la experiencia humana, en todas las culturas y a lo largo de la historia.

La salud sexual y la salud socioemocional pueden verse seriamente limitadas y coartadas, si las personas cuyos sentimientos de atracción sexual y/o emocional no se corresponden con lo que el modelo heterosexual nos propone. En estos casos pueden sentirse alienadas, rechazadas, incomprendidas o maltratadas, algo que, desgraciadamente, aún no es poco habitual en nuestro contexto.